Me encanta el curry. Se lo echo a todo lo que puedo. Eso sí, os aconsejo que si tenéis que usar esta especia, estéis alerta para que no os pase lo mismo que a mi. Resulta que el otro día me estaba haciendo verduras al curry, y estaba medio dormida porque eran las 22'30 y había pasado todo el día estudiando. Total, que abrí el armario de las especias, cogí el botecito y me puse alegremente a echar curry, y cuando me quise dar cuenta, se ve que había espolvoreado mis verduitas con canela. Un montón de canela.
Calabacín con canela. Berenjena con canela. Champiñones con canela. Pimiento verde con canela. Puf. Pero ya os he dicho que tenía sueño, tenía mucha hambre y por momentos lo que estaba teniendo era una mala leche de cuidado (soy muy irascible cuando tengo hambre!). Así que me lo comí. Y en el fondo pues no estaba malo eh? Eso sí, no es lo que me pediría en un restaurante, todo hay que decirlo. Pero mira, quizá si perfecciono la técnica me pasa como al que descubrió el brownie y creo aquí una maravilla para el paladar.
Bueno, al lío. Como véis, la receta de hoy no es dulce. ¿Y eso? - os preguntaréis. Ya os digo que no, que no tengo fiebre y sigo siendo una gran defensora del placer dulce, pero me encanta probar cosas nuevas y la cocina salada me tira mucho!
Focaccias ya he preparado varias, pero esta de hoy es la única que tiene fotos que demuestren su corta existencia. Porque hay que ver como estaba... Le quedó una costrita crujiente por encima y un regustín a curry y una masa tan buaaaahhhh! Lo que se traduce en "muy buena". Estaba muy buena. Y que conste que eso es un eufemismo. De los grandes.
Y digo yo que claro, la cámara y yo somos incompatibles. Ella no me aprecia nada y yo más o menos la odio. Así que si las imágenes no dejan ver lo riquísima que estaba la focaccia es única y exclusivamente culpa de la cámara!
Esta vez, la receta es de Xavier Barriga, modificada ligerísimamente. Éxito asegurado. Hasta mi hermana, que como ella dice, es de paladar limitado, la disfrutó. Disfrutadla vosotr@s también!
INGREDIENTES:
- 400 gr. de harina de fuerza
- 220 ml de agua
- 10 gr. de sal (yo le eché un pelín más)
- 20 gr. de azúcar
- 40 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- media cucharadita de curry
- Una cucharadita de levadura de panadería
Estos ingredientes son para la masa. Tamizamos la harina en un bol, y poco a poco añadimos todos los ingredientes restantes. Mezclamos con una cuchara de madera y amasamos unos 5 minutos, hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
Dejamos reposar 15 minutos en un lugar cálido. A continuación, cogemos la masa y la estiramos, colocándola en el molde que la vamos a cocinar (yo lo hice en una bandeja de horno).
Y a partir de aquí, esperamos a que doble el tamaño y mientras tanto nos da tiempo a ducharnos, acabar un reportaje, leer El prisionero del cielo (Dios, qué bueno es Carlos Ruiz Zafón), frustrarnos porque aún n ha subido del todo, jugar con los perros e intentar saciar el hambre con galletas caseras de lacasitos, porque con esta rasca, a la masa le cuesta subir.
En fin, que una vez haya doblado el tamaño, lo que yo hice fue desmenuzar queso de cabra y echárselo por encima, y después echar también romero, sin miedo. Todo depende de la cantidad que a nosotros nos guste. Ah, y debo decir que también le rallé por encima otro queso, de esos que vienen en triangulitos, diría yo que semi-curado. Ole mi información. Es que ahora mismo no estoy en casa y no recuerdo qué queso era, pero si alguien se queda con la duda que me pregunte y se lo chivo!
De hecho, este queso semi-curado hizo que quedara una costrita por encima crujientita que mmmmmhhhh......
Una vez tengamos la focaccia bien repleta de lo que nos gusta (aquí cada cual que use su imaginación, pero os advierto que esta combinación es estupenda!) la ponemos en el horno, que estará precalentado a 210º ,durante unos 15 minutos o hasta que esté doradita y apatecible. Ya veréis el olorcito que desprende ya!
Y nada, yo soy fan de degustar las focaccias calentitas, no sé si será bueno o no pero a mi me sienta de maravilla!.Por eso me fastidió tanto tener que hacerle fotos! jajaja
Para que quede ya perfecta, le echáis un chorrito de aceite por encima y... a degustar! Me zampé como media del tirón y ya no queda nada, así que en realidad no os puedo decir cuánto tiempo aguanta! Si vosotros podéis vencer la tentación de comerla entera, ya me contaréis!
Que tengáis muy feliz semana! Yo estaría contenta porque el viernes ya empiezo vacaciones, pero en enero tengo exámenes, así que en realidad las vacaciones de navidad se convierten en la tortura maratoniana de 9 horas de biblioteca.
Gracias a todos por estar ahí!
PD: dentro de poco sorteo!!! Estad al tanto! :D