viernes, 4 de octubre de 2013

Tarta de queso de cabra



Yo, cuando vaya a Francia, acabaré con las existencias de queso de cabra. Paso del camembert, el roquefort, el emmental, el chevrotin y todos los demás. Yo, al queso de cabra. (aunque, de hecho, ni siquiera sé si el origen es francés, pero da igual)


Total, que andaba yo queriendo hacer algo dulce, para variar, pero en ese momento me apetecía algo salado. Y pensé... ¿qué hago, qué hago? La dualidad me estaba matando. Y es que yo soy de las que da tropecientas mil vueltas a las cosas hasta que muero por "sobreanalizamiento". Pero antes de que llegase a este punto, se me ocurrió mezclar lo dulce y lo salado y pensé en hacer una tarta de queso de cabra. Y suerte que la solución me vino antes de que me explotase la cabeza, porque realmente habría sido una pena no poder degustar esta pedazo tarta. Una pena. 


Qué os puedo decir... Si es que yo no soy imparcial en estos casos, así que tendréis que confiar ciegamente en mí cuando afirmo que esta tarta está buenísima. Es salado, pero también dulce, tanto por el azúcar como por la miel del topping. Es denso, pero suave. Y lo más importante, sabe a lo que tiene que saber una tarta de queso de cabra.


La receta la encontré en esta web. Yo os pongo mis medidas en gramitos, para facilitar la faena, así que no tenéis excusa para hacerlo. Amantes del queso de cabra, ésta es vuestra tarta!


INGREDIENTES

Para la base:
- galletas (digestive, marbú, etc.)
- mantequilla

(no os pongo cantidades porque lo hice a ojo)

Para la tarta:
- 570 gr. de queso de cabra, o bien a temperatura ambiente o bien de los de untar (yo puse medio de rulo medio de untar)
- 225 gr. de queso tipo philadelphia, a temperatura ambiente
- 225 gr. de yogur griego (puede ser bajo en grasa)
- 135 gr. de azúcar
- 2 cucharadas de buttermilk (opcional)
- 3 huevos
- una cucharadita y media de extracto de vainilla

Primero, trituramos las galletas con la mantequilla y forramos un molde (el mío es de 26 cm) con la mezcla, apretando bien para que las galletas queden repartidas y pegadas por toda la superficie. Reservamos y precalentamos el horno a 180º. 

A continuación, ponemos el queso de cabra, el queso de untar y el azúcar en un bol grande y batimos con la batidora de varillas hasta que esté todo bien combinado. Añadimos el yogur y mezclamos de nuevo. 

Sin parar la batidora, añadimos los huevos, uno a uno, incorporándolo bien a la mezcla antes de añadir el siguiente. Ahora, echamos la cucharadita y media de vainilla. 

Y ya está la mezcla lista! La vertemos en el molde y éste lo colocamos en una bandeja apta para horno, que llenaremos de agua hasta la mitad del molde más o menos (id con cuidado si usáis moldes desmontables, pues se puede colar el agua. Una de las soluciones es ponerle papel de aluminio alrededor)

Cocinamos la tarta unos 45 minutos, hasta que veamos que se empieza a dorar un pelín por arriba pero que el centro esté todavía tembloroso. Lo sacamos del horno, dejamos templar 15 minutos y pasamos un cuchillo alrededor del borde de la tarta, para que no se pegue al desmoldar. 

Dejamos enfriar la tarta una hora más o menos y de aquí a la nevera. 

Para consumir, la sacamos un ratito antes, desmoldamos y le ponemos el topping que queramos. Aconsejo comerla con miel o con algún tipo de mermelada, pues le dará un buen contraste y no se hará tan pesada. Y ah! No os paséis con el corte, porque llena de lo lindo!


Qué os parece? Rico ehhh? :D
Antes de despedirme quería disculparme por estar tantos días sin publicar. Pero es que ha sido empezar el último año de universidad y se me ha venido un estrés encima muy difícil de digerir. Todo se me hace una montaña y me cuesta incluso cocinar, pero intentaré dejar de buscar excusas. O no, simplemente lo haré, porque ya lo dicen.... hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes. 


Feliz fin de semana familia! :)
LAURA

lunes, 9 de septiembre de 2013

Bizcocho especiado de boniato (Cinnamon and spice sweet potato bread)



DIOS. DIOS. DIOS.

(A aquellos amantes de Friends, imaginadme con voz y cara de Janice diciendo "Oh. Dios. Mío")



No sé por dónde empezar. La receta que os traigo hoy tiene tantísimas virtudes que, realmente, no sé por dónde empezar. Me estoy poniendo hasta nerviosa. Pocas cosas me dejan sin palabras, pero este bizcocho es una de ellas (aunque probablemente me deja sin palabras porque tengo la boca llena de pequeños trocitos de cielo húmedos, especiados, con regustito a canela, clavo, jengibre, boniato....)



Os voy a contar un poco la historia, por si hoy es uno de esos días en que no sabéis que hacer y os apetece leer las desvariaciones de una recién declarada amante del boniato. Veréis: iba yo haciendo mis incursiones por el mundo virtual dulce cuando llegué a este blog, uno de mis favoritos. Buscando buscando, encontré la receta que os presento hoy. Me llamó la atención porque nunca había hecho nada con boniato que no fuese ponerlo al horno tal cuál, con un poco de sal, aceite y vinagre balsámico. Vi la pinta del corte y dije... esto lo hago hoy!



No tenía clavo en polvo. Salí a comprar. Llegué a casa. Vi que no tenía canela. Volví a salir a comprar. Llegué a casa. Y entonces me di cuenta de que no me quedaban huevos. Y lo que hice, a parte de salir a comprar, fue coger una puñetera libreta para hacer listas de la compra y no tener que salir tres veces de casa en diez minutos y no tener que aguantar la cara de la cajera, que debía pensar: qué lástima...



Total, que me puse a cocinarlo y en un plis plas, como quien dice, tenía un bizcocho (aunque la autora lo llama pan, a mí me recuerda más a los bizcochos) con un gusto distinto pero increíble. Se deshace en la boca, no empalaga, es... es 100% RECOMENDABLE. Creédme por favor. Os lo suplico. Si sois amantes del boniato, os encantará. Si no, dadle una oportunidad y veréis como cambiáis de parecer. Palabrita.

Aquí os dejo la lista de ingredientes con la conversión ya hecha, para que os sea más cómodo. Por cierto! Sé que aún no es temporada del boniato, y aunque yo siempre abogo por usar productos del tiempo, no me pude resistir a saltarme mi propia norma. Es que fue amor a primera vista. Y después ha sido amor a primer bocado. Y todo sin batidora!



INGREDIENTES
- Un boniato bien grande o dos medianos
- 2 huevos
- 60 gr. de buttermilk (podéis sustituirlo por yogur griego)
- Una cucharadita de esencia de vainilla
- 100 gr. de aceite de girasol
- 224 gr. de harina
- 220 gr. de azúcar blanco
- 55 gr. de azúcar moreno
- 1 cucharada de canela
- 2 cucharaditas de bicarbonato
- 1 cucharadita de jengibre en polvo
- 1 cucharadita de nuez moscada en polvo
- Media cucharadita de clavo en polvo
- Media cucharadita de allspice*
- 1 pizca de sal

* Allspice viene a ser una mezcla de especias. Como no tenía, mezclé en proporciones iguales canela en polvo, clavo en polvo y nuez moscada en polvo.

1. Primero, precalentamos el horno a 180º y engrasamos un molde rectangular.

2. Pelamos el boniato y lo cortamos a cubitos pequeños. Lo ponemos en un recipiente con tapa apto para horno y lo metemos en el microondas unos 10 minutos o hasta que al pincharlo con un tenedor esté blando. Chafamos el boniato y dejamos templarlo un poquito.

3.  Añadimos los huevos, el aceite, el buttermilk y la esencia de vainilla al boniato y reservamos.

4. En un bol grande, mezclamos los ingredientes secos: harina, azúcar blanco y moreno, el bicarbonato y todas las especias. Añadimos la mezcla de boniato que teníamos reservada y mezclamos bien con una espátula, de manera suave, fijándonos bien que no queden ingredientes secos en el fondo del recipiente.

5. Vertemos la masa en el molde que habíamos preparado y horneamos una hora aproximadamente. Es posible que debáis dejarlo 5-10 minutitos más. Si veis que se está tostando mucho por arriba y el bizcocho aún está crudo, tapadlo con un papel de plata mientras se acaba de hornear.

6. Dejamos templar un poco el bizcocho dentro del molde y después lo pasamos a una rejilla para que termine de enfriarse.

7. PROBAMOS UN TROZO, DOS, TRES... Y DEJAMOS QUE SE NOS PONGA LA MISMA CARA DE TONTA FELIZ QUE SE ME QUEDÓ A MÍ!



Espero que os guste! Por favor, hacedme saber qué os parece si lo probáis!
Un beso familia! Ya casi había olvidado lo bien que se siente cuando una lee vuestros magníficos comentarios! :)

Laura

martes, 3 de septiembre de 2013

Donuts con chocolate (al horno)


 Julio Cortázar decía: "si encontrásemos la manera, podríamos vivir mil veces más de lo que estamos viviendo por culpa de los relojes, esa manía de los minutos y pasado mañana...". Pero pero desgracia, los relojes existen y los minutos, corren. Y ya estamos de nuevo en septiembre. Y ya empieza de nuevo la rutina. Y ya vuelvo yo con un arsenal de recetas para aportar mi granito de arena dulce en lo que es este mundo virtual comestible. 


¿Qué voy a decir de los donuts? No soy muy fan de la bollería industrial, pero los donuts me pierden. Recuerdo que antes me comía el paquete de seis yo solita. Con los dos de regalo incluidos. Suerte que ya cambié esos hábitos y le he dado un respiro a mis arterias. Pero como no se debe renunciar a lo bueno, decidí probar a hacerlos yo misma en casa. Eso sí, al horno. No saben exactamente igual, recuerdan más a bizcochitos, pero al menos son más sanos y todos los ingredientes que llevan son pronunciables!


Lo mejor de todo? Que los puedes rellenar/cubrir de lo que te de la real gana! :D Eso es un peligro máximo, pero qué peligro más placentero... La receta la he sacado de este blog. Está en inglés y con las medidas en tazas, así que os dejo la adaptación a las medidas que solemos usar por aquí. Al lío!



INGREDIENTES
- 96 gr. de harina
- 67 gr. de azúcar
- 2 cucharadas de Maizena
- 1 cucharadita de levadura
- 1/2 cucharadita de sal
- 80 gr. + 2 cucharadas de leche
- 1 cucharada de mantequilla, derretida
- 1 cucharada y media de vinagre
- 1 huevo L
- chocolate, galletas, avellanas, etc... para decorar

Para la ganache: 
- Chocolate
- Nata

Primero, precalentamos el horno a 230º y engrasamos un molde para donuts (yo usé el de Wilton de seis cavidades)

En un bol grande, se junta la harina, el azúcar, la maizena, la levadura y la sal. 

En otro bol, se mezcla la leche, la mantequilla derretida, el vinagre y el huevo. Una vez esté bien mezclado, se vierte el conjunto sobre los ingredientes secos y se remueve usando una espátula hasta que quede una mezcla húmeda. 

Una vez listo, se rellenan las cavidades de los donuts y se hornean durante 7-8 minutos, hasta que los donuts han crecido y están ligeramente doraditos. 

A continuación, sacamos los donuts del horno y mientras se templan (10 minutitos aprox.) preparamos la ganache. Para ello, calentamos la nata y cuando hierva la retiramos del fuego y añadimos el chocolate. Bañamos los donuts con la ganache y antes de que se enfríe espolvoreamos por encima las avellanas troceadas (o lo que se quiera). Y a comer!


Como veis, es una receta sencilla, fiel a mi estilo. Pensad que podéis cubrir los donuts, aparte de con la ganache de nutella, con un glaseado de chocolate blanco, con mermelada e incluso dejarlos tal cual, espolvoreados de azúcar glas. 


Espero que os gusten y espero también que hayáis pasado unas vacaciones estupendas, que os hayan permitido renovar fuerzas para empezar la rutina de nuevo con muchas ganas! 


Hasta la próxima familia blogueril! :)

Laura

miércoles, 22 de mayo de 2013

Muffins de frutos rojos y chocolate blanco



Esto es la dulce aproximación al caos. Literalmente.Y no por culpa de los muffins, porque están de muerte. No. Los culpables son los exámenes, que se aproximan lenta pero inexorablemente, y en menos de una semana los tengo aquí. Ahora, imaginad lo que os acabo de decir pero con esta canción de fondo. Asusta ¿eh? 



Pero al menos, como os decía, es una aproximación muuuuy dulce :) Los estudiantes sobrevivimos estas épocas estresantes a base de chicles, café y dulces. Al menos yo, que abro la despensa cada 5 minutos con la esperanza de que haya algo nuevo. Y como ya he aprendido que no, que la comida no se aparece a gusto y capricho del demandante, pues entonces me lo cocino yo! Y mucho mejor. 



Éstos muffins estan muuuy buenos... La acidez de los frutos rojos combina a la perfección con el dulzor proporcionado por el chocolate blanco. Son muy consistentes y húmedos, y aguantan varios días. Con las cantidades que os pondré a continuación, a mí me salieron 6 muffins grandes y unos 8 más pequeños, y aún me sobró masa para hacer un mini pastelito en forma de corazón. Pero a mí eso me ha ido de maravilla! He tenido dosis de azúcar para rato!


Ah, y hablando de azúcar! Para los que os gusta MUCHO el dulce, os aconsejo que le añadáis algo más, porque la acidez de la fruta se nota. Según la opinión de los que los han probado y la mía misma, así están perfectos, pero admito que un poco más de azúcar tampoco quedaría mal. La receta la vi en el El Rincón de Bea pero le hice algunas variantes! Al tanto! :)


INGREDIENTES

- 100 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 180 gr de azúcar
- 1 sobre de azúcar vainillado (si no tenéis, sustituid 5-10 gr de azúcar normal)
- 2 huevos L
- 360 gr de harina
- 1 sobre de levadura
- 1 pizca de sal
- 250 ml leche semidesnatada
- 3 cucharaditas de esencia de vainilla
- 100 gr de chocolate blanco
- 200 gr de frutos rojos (usé congelados)

Empezamos batiendo la mantequilla con el azúcar normal y el azúcar vainillado hasta que quede una crema. 

A continuación, añadimos los huevos uno a uno, batiendo bien el primero antes de añadir el segundo. 

En otro bol tamizamos la harina junto con la levadura y la sal. Por otro lado, mezclamos la leche con la esencia de vainilla. Añadimos estas dos mezclas a la primera que teníamos (azúcar, mantequilla y huevos), alternándolas en dos tandas.

Batimos, aunque no en exceso, hasta que esté todo ligado. Entonces añadimos a la masa parte del chocolate blanco y los frutos rojos (directamente del congelador) y mezclamos (como véis, no se bajan). 


Engrasamos los moldes para muffins y vertemos la masa en ellos, llenando unos 3/4 de la capacidad (o incluso un poco menos, tened en cuenta que suben en el horno). Disponemos el chocolate y la fruta restante por encima de los muffins. 

Horneamos unos 30 minutos o hasta que pinchemos con un palillo y salga limpio y el muffin esté doradito. 


Están muy ricos tibios, aunque yo me comí uno frío para desayunar y os aseguro que no me hubiese levantado a calentarlo! 


¿Qué os parece? :)


Siento comunicaros que estos días difícilmente estaré por aquí, hasta el día 3 que es cuando tengo el último examen. No obstante, quería dejaros algo antes de desaparecer un poquito! Pero que sepáis que durante los ratos libres (no es que tenga ratos libres sino que me los autoregalo) intentaré pasar a veros!


Gracias por estar aquí! :D


Laura

lunes, 6 de mayo de 2013

Bizcocho de queso de cabra y mermelada de higos


Pese a que soy defensora de la parte dulce de la vida (véase Sweet side of life)  tengo raíces andaluzas y, por ende, esa parte "salá" que tanto me gusta. Así que hoy toca algo no rico en azúcares! 



La verdad es que este fin de semana no he podido cocinar. Faltan menos de dos semanas para que termine la universidad y empiecen exámenes y dedico mi tiempo libre a hacer trabajos, trabajos y más trabajos. Vamos, lo que viene a ser una delicia de tiempo libre, ironía siempre siempre siempre en modo ON. 


Esta receta la preparé hace unos meses y la tenía en el tintero a la espera de una buena ocasión para colgarla, y ahora ha sido el momento perfecto. 


Se trata de un bizcocho muy rico, con un sabor de esos con personalidad a causa del queso de cabra (del cual me declaro incondicionalmente fan) y la mermelada de higos. Es una de las combinaciones que más me gusta, queso de cabra+mermelada (con una de tomate también está mmmmmmm). Siempre los junto en forma de tostadas, o montaditos, o crêpes, o pizzas, o todo lo que permita poner un relleno o un recubrimiento por encima. 


Os recomiendo que lo preparéis, es un sabor al cual quizá cuesta acostumbrarse pero realmente vale la pena! La receta de base la tomé del blog de Menorcana, aunque con distinto relleno. 

INGREDIENTES

- 3 huevos
- 125 gr leche semidesnatada
- 75 gr de aceite de oliva suave
- una pizca de sal (no os paséis porque el queso de cabra ya es rico en sal)
- 175 gr de harina
- 1 cucharada de levadura (10 gr)
- un puñado de nueces
- mermelada de higos (unas cuatro o cinco cucharadas)
- queso de cabra al gusto
- unas cuantas semillas de lino (opcional)

* tened en cuenta que el peso total de los ingredientes del relleno es conveniente que no supere los 300 gr. 

Precalentamos el horno a 180º. Batimos los huevos con la batidora de varillas y a continuación añadimos la leche y la sal, batiendo de nuevo. 

Agregamos la harina con la levadura hasta que quede una mezcla homogénea. Entonces integramos en la masa unas pocas nueces, un poco de queso de cabra y una cucharada de mermelada, sin remover demasiado. 

Vertemos la mitad de la mezcla en un molde de silicona o uno normal bien engrasado (yo usé uno rectangular pero puede ser redondo) y ponemos más queso y algo más de nueces y las cucharadas restantes de mermelada. 

Acabamos de añadir la masa que queda y ponemos por encima los últimos trocitos de queso de cabra, hundiéndolos un poquito con una cuchara. Si queréis, le podéis poner algo más de mermelada, eso va al gusto. 

Se finaliza echando por encima un puñado de semillas de linoy de aquí al horno, una media hora aproximadamente. Pinchad con un palillo para aseguraros que está listo. 


Se puede comer tibio, está muy rico, pero aún está mejor al día siguiente! La verdad es que es perfecto para merendar, desayunar, como tentempié o incluso como comida, acompañándolo con una buena ensalada. 


Ya tengo pensada cuál va a ser la próxima receta que cuelgue, y ya aviso que la cosa irá de frutos rojos y chocolate blanco! Mmmmm, babeo solo de pensarlo! :p


Qué paséis una muy feliz semana. Gracias a todos por vuestras palabras y vuestro apoyo. Ya somos más de 100 seguidores! yupiiiii! :D

PD: mi más sincero agradecimiento a todos aquellos blogs que me han concedido algún tipo de premio. No los he podido poner en esta entrada por falta de tiempo pero prometo que de la próxima no pasa! Gracias gracias gracias! (necesito sinónimos de gracias!)

Laura


lunes, 29 de abril de 2013

Tarta de chocolate y Baileys


Heaven... I'm in heaven... Esto es lo que cantaba ayer mientras me comía un trozo de esta tarta...


Aunque visto lo visto... quizá hubiese sido más adecuada la de 'I'm singing in the rain'. 

Qué os puedo decir... Es una tarta rica donde las haya, con unos bizcochos súper jugosos y un relleno y una cobertura de chocolate y Baileys que...mmmm (a falta de más palabras para definirlo). 



Eso sí, una de las mejores partes es la decoración de la tarta. Como véis, recubrí los bordes con bolitas de chocolate, y el montaje es una pasada, porque consistía en lo siguiente: una bolita de chocolate para la tarta, una bolita de chocolate para mí, dos bolitas de chocolate para la tarta, dos bolitas de chocolate para mí... y así sucesivamente. No me extraña que después no me quedase suficientes para cubrir toda la tarta. Aunque según mi hermana, mucho mejor así porque si no hubiese parecido "una bola de discoteca en vez de una tarta". 


Para el pastel en sí (pastel, tarta.. no sé cómo definirlo) usé la receta que vi en el blog de Juana, porque fue amor a primera vista. La mía está algo modificada, y la cobertura y el relleno son de invención propia. Ya sufría, porque pensé: como se me haya ido la mano con el Baileys, o bien acabamos todos bailando la conga bajo la lluvia o bien esto queda incomible. Al final, no fue ninguna de las dos opciones pero la verdad es que la primera hubiese sido muy divertida. 


Os pongo la receta tal cual la hice yo, aunque os advierto que queda una señora tarta. Vamos, lo que viene a ser una TARTA. (¡y encima es fácil de preparar y anti-bikini, como a mí me gustan!)

INGREDIENTES

Para los bizcochos: (usé dos moldes de 24 cm)
- 340 gr de harina
- 3 cucharaditas de levadura (tipo royal)
- 2 cucharaditas de bicarbonato
- 4 cucharadas de cacao en polvo (usé cacao Valor, sin azúcar)
- 220 gr de azúcar
- 340 gr de sirope de arce (o golden syrup o jarabe de azúcar)
- 280 ml de leche
- 270 ml de aceite de girasol
- 4 huevos grandes

Para la cobertura y el relleno: 
- 400 gr de chocolate para fundir (usé Nestlé postres)
- 200 ml de Baileys
- 200 ml de nata (para cocinar, 18% de mg)
- una pizca de sal

Precalentamos el horno a 160º y engrasamos dos moldes de 24 cm. 

Primero, mezclamos todos los ingredientes secos en un bol grande (harina, levadura, bicarbonato, cacao y azúcar). A continuación le añadimos el sirope de arce y la leche y batimos bien con las varillas. 

En otro bol, batimos bien los huevos con el aceite y lo vertemos en la mezcla anterior, batiendo simultáneamente hasta que quede todo bien integrado. 

Dividimos la mezcla en los dos moldes y horneamos unos 30-40 minutos (dependerá de vuestro horno; para comprobar si está hecho, el truco de pinchar con el palillo no falla). 

Una vez listo, lo sacamos del horno y dejamos enfriar y mientras tanto preparamos la cobertura. Para ello, troceamos el chocolate y lo dejamos en un recipiente grande. 

En una olla, ponemos el Baileys, la leche y la sal y calentamos (que no llegue a hervir). Cuando esté caliente, lo vertemos sobre el chocolate y movemos contundentemente hasta que esté todo integrado y nos quede una cobertura cremosa. Dejamos templar un pelín. 

Para el montaje de la tarta se hace lo siguiente: cogemos uno de los bizcochos (dios, es que estaba jugoso jugoso) y raspamos con un tenedor la parte de arriba. Le ponemos un poco de la mezcla de chocolate y Baileys y tapamos con el otro bizcocho. Entonces vertemos por encima lo que queda de la cobertura, procurando que quede todo bien cubierto (valga la redundancia).


Finalmente, nos ponemos una buena música y procedemos al montaje de una bolita de chocolate para la tarta, una bolita de chocolate para mí. Vamos pegando las bolitas una a una hasta recubrir todo el borde, y listos! Procurad hacerlo mientras la cobertura aún no se ha enfriado, porque si no, no se pegarán. 


Y ya! :D Si después queréis espolvorearlo con un poco de cacao, esperad mejor a que la tarta esté fría. 

El siguiente paso es degustarlo, aunque apuesto que para eso no hacen falta indicaciones! Buah, es que es sólo recordar el ruidito que hacía el cuchillo al cortar la tarta, o el regustito de Baileys o las seis horas que tardé en hacer la digestión... y se me dibuja una sonrisa en la cara (bueno, menos por la parte de la digestión, lo admito, pero es que me comí un cuarto de tarta casi)


¿Qué os parece? ¿Os gusta? ¿Sí? ¿Sí? Jajaja, hacedme caso, no hay mejor manera de empezar la semana! Si lo probáis ya me contaréis! 


Mil besos a todos y dos mil gracias por estar ahí! Cada día somos más y eso me hace sumamente feliz!

Laura

lunes, 22 de abril de 2013

Cheesecake de vainilla con caramelo

Voy a hacer una nueva versión de la peli 'Los lunes al sol'. Se va a llamar: 'Los lunes al sol con un trozo de cheesecake de vainilla'. ¡Supera con creces la primera!


Los fines de semana son los dos únicos días que tengo para cocinar... y el lunes a las 8'45 de la mañana ya estoy mirando libros, blogs y dándole al coco para pensar qué puedo cocinar. El hecho que trabaje en una revista de cocina no ayuda nada a quitarme de la cabeza los pasteles, galletas, pizzas, bizcochos y toooodo lo que quiero hacer. Tengo un word de unas 25 páginas con recetas pendientes, y calculando que voy a una o dos recetas por finde... calculo que a los treintaypico habré acabado de hacerlas todas! (eso sin contar los libros y sin contar que cada día añado por lo menos 4 o 5 recetas!!!)


La tarta de queso que os traigo hoy está muuuuy buena! Tiene sabor a queso y un regustito a vainilla muy rico, que no había probado aún en ninguna tarta de queso!. Altamente recomendable. Eso sí, aquí os dejo algunas ideas que podéis tener en cuenta: 

- Mejor consumirla de un día para otro. Cuántos más días, mejor se asientan los sabores, y la disfrutaréis más. 
- Debe estar fría! (puede parecer una obviedad, pero por si las moscas)
- El caramelo por encima casa a la perfección con la vainilla y la base, pero si lo queréis más ligero podéis cambiarlo por una cobertura con fresas, por ejemplo. 
- Os recomiendo una base de galletas finita, porque sino, como se tiene que hornear, quedará una masa demasiado gruesa y compacta. 


La tarta la vi aquí, es una página en inglés. ¡Yo os pongo la receta traducida! Para hacer el caramelo no usé la receta original, sino que tenía un botecito de caramelo casero de sirope de arce de hace un tiempo que quería gastar. Si alguien necesita ayuda para traducir cómo se hace el caramelo de la receta original, no dudéis en pedírmelo. 


INGREDIENTES

Para la base:
- 1 paquete de galletas digestive
- Mantequilla

Para la tarta:
- 900 gr de queso crema a temperatura ambiente (usé philadelphia light)
- 4 huevos
- una vaina de vainilla
- 60 ml de leche
- media cucharadita de esencia de vainilla
- 225 gr de azúcar

Para el topping:
- 2 yogures griegos
- 2 cucharadas de azúcar
- una cucharadita y media de esencia de vainilla

Para la cobertura final:
- Caramelo

Precalentamos el horno a 170º y empezamos con la base (por eso de que no se empieza la casa por el tejado y tal). Trituramos las galletas hasta que quede polvillo y lo vamos mezclando con la mantequilla. No calculé exactamente la cantidad de mantequilla, pero tiene que quedar una mezcla parecida a la arena mojada. Forramos el molde (usé uno de 26 cm) con la mezcla y reservamos en la nevera. 

Para la tarta: ponemos la leche en un cazo pequeñito, abrimos la vaina de vainilla y raspamos las semillas de dentro, que añadiremos a la leche. También pondremos las dos mitades de la vaina que hemos raspado. Ponemos el cazo con la leche y la vainilla a calentar, pero sin que llegue a hervir. Una vez caliente, retiramos del fuego y dejamos reposar 15 minutos (como las vainas estaran más blandas, podemos rasparlas un poco más a ver si salen más semillas)

Mientras la leche se atempera, batimos el queso con el azúcar y la esencia de vainilla hasta que quede una mezcla suave. A continuación, añadimos los huevos uno por uno, batiendo suavemente antes de añadir el siguiente. 

Finalmente, incorporamos la leche (las vainas las retiramos) a la mezcla y se bate por última vez, con suavidad. Vertemos el contenido en el molde que teníamos en la nevera y horneamos unos 55 minutos, procurando no abrir el horno. Cuando la tarta se vea hecha pero aún esté temblorosa por el centro, estará lista. 

Mientras el cheesecake se hornea, preparamos el primer topping. Para ello, mezclamos bien el yogur, el azúcar y la vainilla y reservamos. 

Cuando veamos que la tarta está hecha, la sacamos del horno pero lo mantenemos encendido. Dejamos que la tarta repose 10 minutos y entonces le ponemos por encima el topping y horneamos diez minutos más, tras lo que retiraremos definitivamente el cheesecake del horno. 

Dejamos enfríar durante una hora aproximadamente y después a la nevera, para que coja cuerpo!. Yo el caramelo se lo añadí unas tres horas después de haberla puesto en el nevera, justo antes de las fotos. 


¿Qué tal? Puede parecer un poco larga, pero no es para nada difícil! No soy muy fan de las recetas hiper complicadas, aunque me gustan resultonas (pero sobretodo ricas), y esta creo que lo cumple!


Cualquier duda, ya sabéis! Yo encantadísima! 

Antes de despedirme me gustaría daros las gracias a todos los que venís por aquí, porque de verdad que me dáis el ánimo que necesito! Me alegráis la semana :D


Que tengáis feliz lunes (aunque la palabra feliz es un poco la antítesis de la palabra lunes! jajajaja)

Laura